Procedentes de cerdos ibéricos criados en libertad en las dehesas del Valle de los Pedroches y alimentados a base de hierba, cereales y leguminosas. Cada pieza está numerada, lo cual asegura un perfecto seguimiento y control del proceso de curación, que nunca es inferior a 18 meses.
Su curación se consigue mediante una maduración muy lenta en secadero natural y un posterior reposo en bodega natural, ubicada a 5 metros bajo tierra, para conseguir los parámetros de humedad y temperatura óptimos. Los expertos lo califican como un jamón de aroma inconfundible, de sabor delicado y con una textura poco fibrosa agradable al paladar.